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Plan Nacional de Sustitución de Leña
Contenidos
¿Qué es el PNSL?
La Unidad de Planeación Minero Energética (UPME) ha elaborado el Plan Nacional de Sustitución de Leña (PNSL) como un documento de carácter indicativo, con el propósito de brindar elementos técnicos para orientar la actuación del sector energético en el proceso de sustitución gradual de los combustibles de uso ineficiente y altamente contaminantes (CIAC) utilizados para la cocción doméstica de alimentos en los hogares colombianos, los cuales son considerados altamente nocivos para la salud pública y para la calidad del aire, en función de las emisiones de contaminantes criterio y de gases de efecto invernadero; concretamente los CIAC objeto de sustitución son: leña, madera, carbón de leña, carbón mineral, petróleo, gasolina, kerosene, alcohol y materiales de desecho.
Documentos
Plan Nacional de Sustitución de Leña
Fecha publicación: 2023-06-09
Plan Nacional de Sustitución de Leña
Fecha publicación: 2023-02-24
Plan Nacional de Sustitución de Leña
Fecha publicación: 2017-12-19
Plan Nacional de Sustitución de Leña
Fecha publicación: 2016-01-12
Indicadores y gráficos
Estudio Técnico para el Plan de Abastecimiento de Gas Natural (ETPAGN 2023-2038)
Caracterización Regional 25
Se estima que cerca del 91,51% de los hogares CIAC se localizan en las zonas rurales del país, en las cuales aproximadamente el 40,08% cocina con CIAC, siendo la leña el más utilizado (38,01%), seguido del carbón de leña (0,86%) y el carbón mineral (0,92%). Por otro lado, en Colombia anualmente se consumen cerca de 5,1 millones de toneladas de leña para cocinar, generando emisiones de gases de efecto invernadero por su combustión cercanas anualmente a 7,9 millones de toneladas de CO2 equivalentes. Lo anterior se asocia principalmente a condiciones de pobreza multidimensional, especialmente en la zonas rurales, a bajos niveles de cobertura para el acceso a gas combustible, a prácticas culturales y a la disparidad entre los costos privados percibidos por los hogares en relación con el valor de la leña y el costo social que representan las externalidades derivadas del uso de CIAC, especialmente con respecto al deterioro de la salud, tiempo invertido en la recolección de leña y degradación ambiental. De igual manera, a partir de la encuesta de calidad de vida (DANE, 2021) y los análisis realizados, se encuentra que los departamentos en donde se registra mayor consumo de estos combustibles para cocinar son Córdoba, Cauca, Nariño, La Guajira y Boyacá.

Lo anterior se asocia principalmente a condiciones de pobreza multidimensional, especialmente en la zonas rurales, a bajos niveles de cobertura para el acceso a gas combustible, a prácticas culturales y a la disparidad entre los costos privados percibidos por los hogares en relación con el valor de la leña y el costo social que representan las externalidades derivadas del uso de CIAC, especialmente con respecto al deterioro de la salud, tiempo invertido en la recolección de leña y degradación ambiental. De igual manera, a partir de la encuesta de calidad de vida (DANE, 2021) y los análisis realizados, se encuentra que los departamentos en donde se registra mayor consumo de estos combustibles para cocinar son Córdoba, Cauca, Nariño, La Guajira y Boyacá.


Alternativas para la sustitución
Partiendo de la información a escala departamental, el PNSL plantea una evaluación multicriterio (EMC), que tiene en cuenta tanto la intensidad en el consumo de combustibles contaminantes, como las condiciones de infraestructura actual y proyectada que permitirían la ampliación de la cobertura de energéticos alternativos para cocinar en las zonas rurales de los diversos departamentos del país. Las alternativas energéticas que se identificaron como viables para la sustitución de CIAC en Colombia son el gas licuado de petróleo (GLP), el gas natural, la energía eléctrica y el biogás.
Para el caso del GLP y gas natural las condiciones de infraestructura vial y de abastecimiento resultaron determinantes para la priorización de la alternativa de sustitución, tal como se muestran a continuación.

Para el caso del biogás, constituye una alternativa de sustitución más favorable en los departamentos con alto potencial de biomasa residual y con presencia de iniciativas o proyectos impulsados por empresas consolidadas en el desarrollo de actividades agrícolas y pecuarias. La energía eléctrica, por su parte, arroja viabilidad en regiones con mayor potencial fotovoltaico y con mayor porcentaje de zonas rurales conectadas al Sistema Interconectado Nacional.

Análisis de Viabilidad
De acuerdo con los análisis de viabilidad técnica efectuados, para 1,38 millones de hogares que no cuentan con combustible alternativo a los CIAC, las redes de gas natural y de GLP representan una alternativa proyectada para el 32,9% de los hogares, el GLP en cilindros para el 37,9%, la energía eléctrica para el 19,3% y el biogás para el 9,8%. Se propone avanzar de manera progresiva en el proceso de sustitución llegando al 11,6% de los hogares mencionados al año 2026, al 39,3% en el año 2030 y al 100% en el año 2050. Para el reemplazo progresivo de CIAC para cocinar se plantean los siguientes combustibles alternativos:

Meta de sustitución
De esta manera, la participación de los energéticos sustitutos a los CIAC, varían progresivamente de acuerdo con los resultados arrojados por las proyecciones, según las cuales el consumo energético de los CIAC será reemplazado como se muestra a continuación

Para el año 2026 se espera reducir el consumo nacional de leña usada en la cocción doméstica de alimentos hasta en un 10,1%; para el año 2030 en un 34,3%; y finalmente para el año 2050, se espera reducir hasta en un 87,3%. Respecto de la línea base de emisiones de gases de efecto invernadero, la sustitución gradual en el uso de leña para cocinar, para el año 2026 traería consigo una reducción por combustión cercana a las 857 mil toneladas de CO2 equivalentes; para el año 2030 la reducción de emisiones se estima en 2,8 millones de toneladas de CO2 equivalentes; y para el año 2050 se espera una reducción aproximada de 7,3 millones de toneladas de CO2 equivalentes. La inversión requerida en la sustitución progresiva de los CIAC para cocinar considera tres componentes principales: i) Costos asociados a un kit doméstico y a las conexiones internas requeridas para la cocción de alimentos, los cuales se consideran como los costos directos asociados a la implementación del PNSL; ii) Costos de infraestructura de abastecimiento del energético utilizado para la sustitución, y iii) Costos asociados a los posibles subsidios para el consumo del energético; estos dos últimos componentes se consideran costos indirectos del PNSL, en la medida en que su financiación debe armonizarse con las proyecciones, tanto de ampliación de cobertura energética como de ampliación de subsidios al consumo previstos en otros instrumentos de planeación sectorial.Lorem fistrum por la gloria de mi madre esse jarl aliqua llevame al sircoo. De la pradera ullamco qué dise usteer está la cosa muy malar.